

Desde pequeños se puede pensar y aprender Astronomía


Gustavo Demarchi. Comunidad de Educadores para la Cultura Científica.
Siempre se nos dijo que el cielo ha sido desde tiempos inmemoriales un misterio. Desde el hombre (y por qué no la mujer) de las cavernas, quién se habrá preguntado qué es lo que había y pasaba allí arriba hasta los actuales astrónomos, a lo largo de la historia (y de la prehistoria), como respuesta a estos interrogantes se presentaron una gran diversidad de respuestas, desde explicaciones relacionadas con lo místico y religioso a elaboradas teorías científicas, pero lo antes dicho es lo que han pensado y/o se piensa desde el mundo adulto, y ¿Qué ocurre con los pequeños? ¿Qué piensan ellos? ¿Qué de estos pensamientos se sostienen aún en edad adulta?
En la eterna búsqueda de estrategias y materiales que hagan nuestras clases interesantes encontramos un artículo periodístico perteneciente a la página web del Diario El País, llamado LA ASTRONOMÍA HACE PLAS, PLAS, que contiene el relato de una experiencia realizada con niños de 3 años de edad.
El mencionado artículo fue obtenido en el marco del Curso “Educación para la Cultura Científica” de la OEI, y se puso en práctica, es decir, se llevó al aula de 2° año de CBU del Instituto Nuestra Señora del Rosario de la localidad de Bialet Massé en las Sierras de la Provincia de Córdoba, Argentina.
¿Cómo los llevamos al aula?
Como hemos mencionado, en el marco del curso Educación para la Cultura Científica, se nos proporcionó una variedad de materiales, entre ellos, artículos relacionados con astronomía, que es una de las unidades a desarrollar en 2° año.
Comenzamos con una lectura del texto periodístico, luego se trabajó con una serie de actividades programadas para el tratamiento del mismo.
Como se puede ver en la fotografía los alumnos realizaron la actividad en el patio de la escuela.
Hasta aquí nada diferente, ni innovador, el cambio de rumbo de la actividad se dio a partir del cierre de las actividad del día, en la puesta en común de las producciones de los estudiantes se presentaron algunos interrogantes, fruto de la lectura, el común de estas preguntas referían a los modelos que tenían incorrectos que poseían los niños que hacía referencia el artículo, y que por lo sondeado por el docente, también estaban presentes en los educandos.
A partir de este diagnóstico, y en a inmediatez de la práctica educativa decidimos proponer a los alumnos que investiguen sobre las preguntas que ellos mismos estaban planteando. Para la clase siguiente, por grupos de dos o tres personas, debían indagar sobre alguno de los temas surgidos.
En la siguiente clase los grupos presentaron modelos, sobre el sistema solar, las fases de la luna, la conformación de las estrellas, etc., y otros surgidos en el encuentro anterior.
¿Qué sacamos en limpio?
En la programación de las actividades áulicas siempre se presentan indeterminaciones, imponderables, que surgidos pueden se aprovechados para enriquecer el aprendizaje de nuestros alumnos y, por qué no, el de los mismos docentes.
Esta actividad de propuso para cumplir con lo requerido en el curso, pero terminó siendo una actividad más que rica didácticamente hablando.
Nota
Este material ha sido desarrollado en el marco de la Comunidad de Educadores por la Cultura Científica que la OEI mantiene desde julio de 2009 con los egresados del Curso de Educación para la Cultura Científica
VI Curso sobre Educación para la Cultura Científica |
|
5 de noviembre de 2011 |
|

Noticias Relacionadas
- Invitan a la conferencia
- Mejorando la vida: La Ética en la Ciencia y la Tecnología
- Que la tecnología sea el camino al mejoramiento a la calidad de vida
- #COVID19 ¿Qué puede (y debe) ofrecer la escuela a los hogares confinados?
- #SociedadDigitalIB: ¿Qué papel juega la ingeniería para conectar a las personas en una sociedad rápida, constante y crecientemente digitalizada?
El gran libro de la naturaleza está escrito en símbolos matemáticos. Galileo Galilei |